2018 – NOTA MES DE AGOSTO «EL ARTE DE HABLAR» por LAURA NEIRA

Por la Lic. Laura Neira

Mercurio era el Dios de la elocuencia y Hércules el de la fortaleza.
Malón de Chaíde

LOCUCION

(latín: Locutus: Acto de hablar)
(hablar: latín fabularis: expresar el pensamiento por medio de palabras).

La Locución se refiere a la expresión de un pensamiento por medio de palabras y frases; a cómo se eligen y disponen las palabras en la frase. Se trata de la organización en el detalle de la expresión.

Al talento de hablar se lo denomina elocuencia, teniendo ésta por objetivo deleitar, impresionar, conmover a la o las personas que nos escuchan.

Este arte aborda los principios que se deben considerar y aquéllos que se deben evitar para hablar del modo más acorde con el fin que nos proponemos.

Cuando hablamos con una o varias personas o cuando nos dirigimos a ellas, en el caso de hacerlo a través de los medios radiales o televisivos, lo que ya percibe un fin social, debemos proponernos el objetivo de comunicar nuestro mensaje produciendo, con nuestra elocución, cierto efecto en el ánimo de ese público.

El éxito de esto depende de una pura combinación entre el talento, que es innato, y lo adquirido por medio de la práctica y el estudio.

Es entonces cuando diremos que la Locución es entendida como EL ARTE DE LA PALABRA HABLADA EN FUNCION DE UNA COMUNICACION SOCIAL

Este arte requiere de una técnica respiratoria adecuada, así como de una voz impostada que pueda ser matizada en pos de una comunicación eficiente.

PROCESO DE ENUNCIACION

Los elementos que constituyen un proceso de enunciación son:
– el locutor que es quien enuncia (relata, cuenta, informa, etc.).
– el alocutario que es a quien se dirige el mensaje.
Ambos son interlocutores

EL ARTE DEL BIEN DECIR

¿Quién te hizo filósofo elocuente Siendo pastor de ovejas y de cabras?
Garcilaso

El Arte del Bien Decir tiene que ver con la capacidad que tiene el “hablante” de embellecer su expresión, de dar a su habla eficacia para deleitar.

Se trata de una elocuencia artística cuyo fundamento principal es la belleza del estilo y cuyo primer objetivo es producir placer estético. En definitiva: es la Oratoria misma.

LA DICCION

¿Por qué no enseñaremos los fundamentos de la elegancia, de la oratoria, de la poesía, esto es, los principios del arte del bien decir en castellano?
Jovellanos

Esta elocución de la que hablamos debe estar acompañada por una correcta dicción, la cual consiste en el modo de decir o de expresarse respecto de la elegancia, belleza, armonía del mensaje, con el fin de formar, combinar, enlazar giros, frases, cláusulas (reunión de palabras dentro de las cuales se encierra un pensamiento completo), etc. para expresarse correctamente. Todo esto, en alguna medida, también se debe a condiciones personales.

Forma parte de la dicción poseer una armoniosa coordinación fono-respiratoria (sea de la voz con el aire) que permita hacer coincidir las pausas respiratorias con las pausas del texto o del discurso.

EL ESTILO / LA FONOESTILÍSTICA

Las condiciones personales son elementos que perfilan el estilo del individuo. El estilo es el que modela la manera de manifestar los pensamientos, en este caso por medio del habla. A esto lo denominaremos fonoestílística.

El objetivo propio de la fonoestilística consiste en la forma de expresar los sentimientos y pensamientos que expresan la lengua y el lenguaje. Su interés principal no es el contenido del enunciado, sino la enunciación de ese enunciado: El cómo lo digo.

Esto es el “carácter general” de las cualidades que resultan tanto de los pensamientos como de sus formas y expresiones, y del talento de quien habla.

Alguien dijo alguna vez:

“EL ESTILO DEBE SER CONSIDERADO EN SU ÚNICA CUALIDAD ESENCIAL Y PERMANENTE Y EN SUS MODIFICACIONES INNUMERABLES.”

El estilo nace de la propia naturaleza del individuo más que del estudio; depende de sus facultades y de su modo de ver el mundo y sus cosas. Es el producto íntimo de la personalidad, su carácter… Es el hombre mismo, con su manera de ver la vida, sus valores, etc. Por eso no existen dos estilos exactamente iguales: a lo sumo se encuentran semejanzas.

RELACIONES Y DIFERENCIAS ENTRE LA DICCIÓN Y EL ESTILO

La diferencia que existe entre ambos es que la dicción sólo se refiere a la naturaleza de las palabras elegidas, a su estructura y enlace, en cambio el estilo comprende también la elección de las palabras y el pulimiento de la frase. Atiende al pensar, a la ocasión en que este pensamiento se expresa.

La dicción puede ser correcta y esmerada y malo el lenguaje, por inexactitud, por impropiedad, lo que desmerece el estilo.

La misma belleza se convierte en defecto donde la oportunidad falla.
Campillo

Todo locutor, escritor, orador tiene un estilo que le pertenece.

LA PROSODIA (latín-. prosodia: hacia el canto).

Hilando más fino, llegamos al concepto de prosodia la cual tiene que ver con la correcta pronunciación y acentuación de las palabras, pero no como elementos aislados, sino en el conjunto de la frase y de todo el mensaje.

Las reglas de la prosodia no conocen otro juez que el oído.

Esta se refiere al conjunto de reglas relativas a la métrica (intensidad, altura, timbre, duración). Afortunadamente, nuestra lengua posee una gran variedad y armonía prosódica gracias a la también variada colocación de sus acentos.

Los griegos definían la preso día como un “quasi canto”.

Las palabras deben vibrar, cantar, a fin de dar a la elocución nobleza y calidad musical.

Porque la elocución también es música, porque hablar es cantar, porque el habla y el canto forman parte de un mismo proceso, y porque ambos poseen ritmo.

EL RITMO (latín: rhythmus: fluir)

El ritmo de una frase es “su movimiento”.

Tiene relación íntima con el tiempo y la velocidad del habla. Es su pulsación.

El ritmo conduce a la grata y armoniosa combinación y sucesión de voces, pausas, cortes del lenguaje, tanto el de la poesía como el de la prosa.

Se debe adaptar al contenido de lo que se va exponiendo. Dentro de la normalidad, existen los ritmos lento y rápido.

QUE AMOR NOTABLEMENTE SE INTERPRETA POR NÚMEROS, POR VOZ, POR RITMO Y CANTO.

En la locución, la correcta combinación de las dicciones al construir las frases produce el ritmo, esto es el movimiento, la proporción, la congruencia, el orden y la armonía deleitosos.

Cuando este ritmo no viene ya sobre impuesto por el contenido del texto, el locutor debe darle el suyo propio y natural, a su modo de sentir: a su estilo.

Recordemos que el ritmo no sólo tiene que ver con las palabras, sino con las pausas y silencios los cuales, sin duda alguna “hablan” también.

LA PRONUNCIACION (latín: pronuntatío-pronuntiare: emitir y articular sonidos para hablar).

La correcta pronunciación domina en el mensaje hablado y responde a la forma de enunciación del discurso.

Si un orador no sabe recitar una poesía, leer una prosa o un relato, narrar un texto con el tono que el género pide, su discurso se desluce.

Una de las principales características de la pronunciación es la “claridad”, ya que la persona debe hablar para que se le entienda. No debe hacerlo precipitadamente, no debe saltearse o comerse letras o sílabas, sino articularlas sin afectación.

La pronunciación abarca la inflexión y el acento del hablante.

Su lenguaje es culto, su pronunciación pura y clara; sus antecedentes juveniles no suelen ser muy claros ni puros.

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